Pensaba que ya tenia en el blog algo sobre los grabados rupestres de Tassili y así lo indique en el post en el post de los dolmenes de Roknia en Guelma Argelia. Pero cosas del destino, al dar al buscador de la página Web, donde puede elegir los post que desean ver, con la etiqueta Argelia, no existia ninguno. Seguramente, quise hacerlo y lo olvide, pero esta claro que las pinturas de Tassili no puede faltar aqui.Las pinturas sobre roca de Tassili reproducen las idas y venida de muchos pueblos y animales. Algunos especialistas las han clasificado en unos cuatro grupos, denominados según su figura dominante: el Cazador (6000 a 4000 a.J.C); el Pastor (4000 a 1500 a.J.C); el Caballo (1500 a 600 a.J.c); y el Camello (a partir del 600 a.J.C). Hace ocho mil años, cuando los vestigios de la Epoca Glacial enfriaban a Europa, el Sahara, que actualmente conocemos como un desierto árido y vacío, era una región fértil cuyos fluentes ríos y herbosos valles rebosaban de peces y animales salvajes. Durante los 6.000 años siguientes, diversas oleadas de emigrantes desarrollaron en estas tierras una serie de sociedades cada vez más avanzadas, de las que dejaron constancia en una colección de escenas labradas y pintadas en rocas que constituyen el documento más completo de las primeras civilizaciones africanas de la Edad de Piedra.
1 comment:
Anonymous
said...
Gracias por la información, y por supuesto, magnificas pinturas!
El hombre salió del pueblo. Hacia ya tiempo que el sol se oculto tras los montes cercanos. Aún, era posible vislumbrar las siluetas de las casas y los huertos circuntantes, ese paisaje cotidiano que era como parte de uno mismo.Sabia que ya nunca volvería. Nunca se vuelve al pasado. Cada instante mudamos la piel y con ella la realidad toda. A lo largo de los años, habia sido infinidad de personas. Siempre latío en su ser la lucha cruel por saber quien era, que fue antes de ser y que podria ser después. Hoy al menos tenia la certidumbre de quien era, quien fue, y quien iba a ser siempre en el futuro.Sonaron tristes las campanas de la iglesia cercana. Con horror percibió los golpes de la tierra sobre la madera. En este instante comenzaba su propia eternidad. Hoy ya era un muerto más, volviendo a su verdadera esencia.
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Gracias por la información, y por supuesto, magnificas pinturas!
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